Armonía junto al mar: elegancia en la sencillez.

La belleza prístina del lugar, protegido y enclavado a la orilla del mar, proporciona el marco ideal para el diseño de esta casa. La entusiasta participación de los propietarios durante las obras agregó un toque personal al proyecto.

Una rampa ajardinada, adornada con bambú, buganvillas y un olivo viejo, conduce al gran portal de acceso. Una amplia explanada se abre a la casa, que se organiza en dos niveles. La estructura presenta altos volúmenes blancos y dos muros de piedra suavemente curvados que enmarcan la entrada, creando una fachada acogedora.

La sencillez impregna todos los espacios, tanto interiores como exteriores. El diseño prioriza los espacios abiertos que combinan funcionalidad con elegancia. Una gran extensión de terrazas pavimentadas forma una plataforma minimalista, realzando el paisaje circundante a la vez que interconecta la casa, un amplio porche y un área designada para invitados. Esta conexión perfecta entre espacios permite un fácil movimiento y un flujo armonioso en toda la propiedad.

Las áreas al aire libre se ven aún más realzadas por la piscina desbordante y el hábil diseño paisajístico. Las plantas aromáticas, los arbustos y los árboles están cuidadosamente dispuestos para crear un ambiente sereno y acogedor. Este paisajismo bien diseñado no solo agrega belleza, sino que también integra los elementos naturales de la orilla del mar, haciendo que la residencia se sienta como un verdadero oasis.

La atención al detalle tanto en el diseño arquitectónico como en el paisajístico garantiza que la casa esté en perfecta armonía con su entorno. En general, esta residencia ejemplifica cómo el diseño cuidadoso y la belleza natural pueden combinarse para crear un espacio habitable impresionante y funcional.