Diseño cautivador: los muros de piedra curvada de la Casa Club La Graiera.

Enclavada en un campo de golf de 18 hoyos y un campo de pitch & putt, destaca esta notable composición arquitectónica. Su diseño presenta una torre cilíndrica que alberga la escalera como punto focal. Esta estructura capitaliza la belleza natural del sitio, brindando vistas impresionantes y una orientación óptima.

En primer lugar, dos llamativos muros curvos forman la estructura central del edificio. Confluyen en la entrada, creando el vestíbulo y rodeando la escalera. El programa se desarrolla en tres niveles. En el sótano, se encuentran vestuarios, almacenamiento y un garaje para carros de golf. Mientras tanto, la planta baja alberga oficinas, una tienda y espacios sociales interiores y exteriores. Además, la azotea, ideal para uso estival, cuenta con una terraza-bar chill-out con vistas panorámicas de 360º.

Además, materiales como la piedra, el hormigón, el acero corten y la madera establecen una relación armoniosa entre la estética del edificio y el entorno. Además, el diseño paisajístico se inspira en elementos existentes y vegetación autóctona, mejorando la estética general del proyecto. Un jardín se extiende desde las terrazas exteriores hasta el campo, con senderos diseñados para conectar el área de la casa club con varias partes del campo de golf, asegurando un flujo continuo en toda la instalación.

En conclusión, este diseño integra tanto la función como la belleza, creando un espacio impresionante y práctico para los amantes del golf. La cuidadosa selección de materiales y el paisajismo bien pensado armonizan con el entorno natural, ofreciendo una experiencia serena y visualmente atractiva.